En el último capítulo de la apasionante serie política “España: el Reality Show”, el Gobierno ha llegado a un acuerdo de última hora con Junts para salvar las medidas del famoso decreto ómnibus. Sí, ese decreto que parecía más un cajón desastre que una propuesta legislativa seria, pero que ahora resurge como un ave fénix legislativo gracias a una negociación ‘in extremis‘.

Fuentes del Gobierno aseguran que este acuerdo, que parecía tan probable como que un gato aprenda a ladrar, finalmente se logró tras un tira y afloja que dejó al Consejo de Ministros en pausa, probablemente entre cafés y suspiros de desesperación.

Pedro Sánchez: el protagonista eterno

La reunión, que iba a ser liderada por ministros con títulos dignos de un currículum en LinkedIn —como Carlos Cuerpo y Pilar Alegría—, quedó eclipsada porque, claro, Pedro Sánchez quería llevarse todo el protagonismo. Al final, el presidente comparecerá en Moncloa con su característica sonrisa que mezcla seguridad y “esto fue más difícil de lo que pensaba”, para explicarnos los términos del pacto.

Mientras tanto, Junts sigue con su cara de póker, porque lo suyo es negociar como si nunca tuvieran intención de llegar a un acuerdo. Y ahí está el truco: el suspense.

El eterno tira y afloja

¿Qué fue exactamente lo que convenció a Junts? Aquí entra la parte jugosa: los independentistas habían pedido un decreto con solo tres medidas clave —revalorización de pensiones, ayudas por la DANA y al transporte—, mientras que el Gobierno insistía en mantener el “pack completo” del decreto ómnibus. Porque aquí, nada de medias tintas.

Así que aquí estamos, con un decreto ómnibus resucitado y una relación Gobierno-Junts que demuestra que, aunque discutan y se hagan los difíciles, al final siempre se necesitan. Porque en política, como en las comedias románticas, todo es posible si ambos están dispuestos a tragarse un poco su orgullo.

Próximo episodio: otra crisis de pareja. ¡No cambien de canal!