En un giro inesperado digno de una serie dramática, el Barcelona aplastó al Real Madrid 2-5 en la final de la Supercopa de España, provocando un tsunami emocional en Carlo Ancelotti, quien abandonó el estadio con un único trofeo: la tristeza. «Lo sentimos mucho», declaró el técnico italiano, abriendo un nuevo capítulo en el manual de disculpas oficiales del fútbol.

Un Mbappé precoz, pero un Barça demoledor

El Real Madrid empezó soñando con el gol tempranero de Kylian Mbappé a los 5 minutos. Pero, como en esas relaciones que prometen mucho al principio, la cosa se fue desmoronando. Lamine Yamal empató, Lewandowski marcó de penalti y Raphinha decidió que era un buen día para hacer doblete, todo antes de que Szczesny decidiera darle un giro dramático al partido con una expulsión al minuto 56.

Incluso Balde se apuntó a la fiesta goleadora, mientras Rodrygo salvaba algo de dignidad con un gol que llegó demasiado tarde, como quien intenta estudiar la noche antes de un examen final.

Ancelotti: El poeta del banquillo

El técnico blanco, conocido por su calma inquebrantable, se convirtió en el protagonista inesperado del pospartido, ofreciendo reflexiones dignas de un drama existencial. «La tristeza nuestra es la tristeza de la afición», declaró, dejando claro que la filosofía de Ancelotti tiene más profundidad que la defensa del Madrid esa noche.

Sobre el campo, prefirió no señalar culpables, aunque admitió que el equipo «no supo encontrar soluciones». Y, para sorpresa de nadie, destacó que Mbappé «hizo un buen partido». Claro, Carlo, pero ¿quién le pasa la factura de los cinco goles al Barça?

Flick toma el mando y Raphinha se luce

Por su parte, Hansi Flick celebró su primer título con el Barcelona, dejando claro que las tácticas alemanas no incluyen manuales de disculpas. Con un Raphinha intratable y una defensa que recordó cómo se juega al fútbol, el equipo culé se coronó como el más laureado en la historia de la Supercopa con 15 títulos.

Lo que dejó el partido

1. Szczesny demostró que la tarjeta roja también puede ser una forma de dejar huella.

2. Mbappé sigue haciendo goles, pero, lamentablemente, también sigue jugando con Lucas Vázquez y Tchouameni en defensa.

3. Ancelotti podría ser nominado a un Goya en la categoría de «Mejor interpretación de un técnico abatido».

El Barcelona vuelve a casa con un título más, y el Real Madrid con un nuevo mantra: «Tristeza compartida es tristeza disminuida». Mientras tanto, los memes no se hicieron esperar, consolidando esta final como uno de los grandes hitos humorísticos de la temporada.

¿Lo mejor del partido? Depende de a quién le preguntes. Si eres del Barça, la manita. Si eres del Madrid, el minuto 5… o el final, porque al menos terminó.