¡Feliz congelación, España! El invierno nos recuerda que el sol no calienta, solo decora

España se encuentra bajo el abrazo «cariñoso» de una masa de aire frío y seco procedente del norte de Europa, cortesía de un anticiclón en Francia y una borrasca en Italia que han decidido organizar un intercambio cultural de temperaturas bajo cero. Si te levantaste esta mañana pensando que el invierno estaba flojo, prepárate: mañana se viene la «madrugada estrella» del frío, con mínimas que podrían superar los 8 grados bajo cero. Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, lo confirma: “La madrugada del martes será más fría, porque el frío nunca tiene suficiente”.

En la meseta norte y los páramos centrales, las heladas serán las protagonistas, pero tranquilos: durante el día el sol hará acto de presencia, aunque más como un influencer que saca fotos que como una fuente real de calor. ¿Viento? Prácticamente ausente, así que podrás congelarte en paz.

El show de las mínimas: un festival para valientes

Ciudades como Teruel, Cuenca, Ávila o Lleida competirán para ver quién bate el récord de congelación, con mínimas de hasta 6 grados bajo cero. Mientras tanto, en las costas andaluzas, Almería, Cádiz y Huelva disfrutarán de temperaturas tan veraniegas como 17 grados. Porque en España el invierno no discrimina: o te congelas o te asas, pero nunca en el punto medio.

¡Spoiler meteorológico! Los días siguientes

Miércoles: Suben ligeramente las temperaturas, porque incluso el invierno necesita un respiro. Eso sí, las heladas seguirán firmes, demostrando quién manda.

Jueves: El menú incluye heladas generalizadas menos intensas y una DANA que promete alguna fiesta de chubascos en el Mediterráneo, pero nada grave.

Viernes: El frío regresa con ganas, las lluvias podrían extenderse al este peninsular, y hasta podríamos ver nevadas. Pero que no cunda el pánico: el fin de semana volverá la «estabilidad», ese término que la Aemet usa para decir que seguirá haciendo frío, pero al menos sin sorpresas.

Así que, españoles y residentes, ya saben: a desempolvar las bufandas y a recordar que, en pleno invierno, salir sin abrigo es solo para los valientes… o los despistados.

Deja un comentario